Javier Carnicero

Después del apagón

Lo ocurrido debería servir para que todos los servicios de salud revisaran lo sucedido y comprobaran varios aspectos de sus planes de contingencia.

El deterioro de los servicios públicos

Da la sensación de que volvemos a vivir en un país atrasado, no solo en comparación con nuestros vecinos, sino en comparación con lo que ocurría no hace tanto tiempo aquí.

Cinco años después. Las consecuencias de la pandemia

Cinco años después, no se observa que el Ministerio de Sanidad ni los departamentos de salud de las comunidades autónomas hayan iniciado esa imprescindible transformación del sistema
de salud ni tampoco que hayan elaborado planes de contingencia para que no se repita una catástrofe como aquella.

La seguridad de la información clínica debe convertirse en una prioridad

El daño que se produce a una persona cuya intimidad ha sido vulnerada es enorme y además no tiene reparación, aunque se indemnice. El derecho a la intimidad merece que se considere una prioridad por los
servicios de salud para que se ponga remedio a una situación que resulta intolerable.

La asistencia sanitaria a los funcionarios del Estado en la encrucijada

El Estado no puede pretender que las aseguradoras pierdan dinero, pero además de mejorar el precio del contrato debería establecer un procedimiento de revisión de precios que permitiera que su duración fuera de al menos cinco años. En caso de abandonar el modelo actual deberían analizarse con cautela tanto las repercusiones para los pacientes como para la accesibilidad en el sistema público.

¿Hay alguien ahí?

Lo que sí se puede y debe planificar es la prevención y la respuesta que ofrecen las instituciones públicas a los desastres naturales. Resulta inexplicable que en un territorio donde se repiten las inundaciones no se cuente con un plan de prevención y otro de gestión de la emergencia.

El Sistema Nacional de Salud empeora

Llama la atención que los servicios de salud no se propongan cambios profundos para intentar salir dela situación de crisis. La gravedad de la situación es objetiva, porque en algunas zonas básicas de salud la falta de médicos de familia o de pediatras hace que funcionen casi de manera habitual con planes de contingencia. En el ámbito hospitalario, las listas de espera quirúrgica y de consultas externas han crecido de
manera continuada desde diciembre de 2020.

La siempre pendiente integración asistencial

En nuestro sistema de salud es imprescindible integrar los dos niveles asistenciales para poder proporcionar una asistencia de excelencia a una población más envejecida y con una prevalencia creciente de enfermedades crónicas. Para esta organización tienen un papel de la mayor importancia los médicos de familia, los médicos internistas y los profesionales de enfermería, especialmente la enfermera de enlace.

Coste de oportunidad de la empresa de transporte sanitario

Cualquier gestor de lo público y de lo privado sabe que debe centrarse en la esencia de su negocio para evitar distracciones y costes innecesarios. El coste de oportunidad del mayor gasto en transporte sanitario es enorme, porque va en detrimento de la atención primaria o de las listas de espera, o de ambas.

La crisis de los sistemas de salud de los países occidentales

La difícil situación que presenta nuestro Sistema Nacional de Salud se repite en otros países de la OCDE, que también mostraron durante la pandemia por COVID-19 su insuficiente preparación y planes inapropiados para responder a la emergencia.