La decencia en la vida pública
CUANDO se ocupa un cargo público se debe hacer frente a un conflicto de intereses cada vez que se adopta una decisión, porque con frecuencia colisionan el interés general, el interés de partido y el interés personal. La decencia exige primar siempre el interés general en el marco del Estado de derecho. Lo que distingue a los estadistas de los políticos a secas es precisamente que aquellos mantienen siempre la primacía del interés general.